lunes, 9 de mayo de 2011

Encuentro del 05/05/11 -

El corazón es fiel a sí mismo” afirma el Caminante, verás amigo, somos una unidad, y tal y cual, vivimos en un presente, pero que alguna vez tuvo un pasado, aquel bagaje de situaciones se representa en diferentes formas, he aquí desbordado. No es un pesar, es una realidad, hoy te miro a los ojos y ellos mismos destellan tu historia. Rey Lennot sonríe, pues que argumento podría usar contra su propio espejo?. Entiendo amigo, contesta entre dientes, pues si bien lo expresado resulta dar en el clavo, así también su sentimiento agrio. Querido, ten clama y medita, calma tu intensidad y respira… No manejes los tiempos, te jugarán una mala pasada. Que la gravedad no pese por demás en tus hombros, mira al cielo y recuerda. No somos lo que piensan, no somos lo que esperan, somos como somos… Descuida, estoy contigo, no dejes de escucharme, pues yo te escucho. Eres yo en mí.

domingo, 24 de abril de 2011

Encuentro de encuentros.

Rey Lennot y su interminable sed de yo, abre un ojo, respira hondo y va.
Montañas de ilusiones recorre, senderos de aprendizaje su elección, entre pétalos y lágrimas hilvana su camino. Energía superior gobierna su reino, pues no todo individuo tiene acceso. Aquel mundo se gana en uno, por uno, siendo el motivo primordial lo ilógico de un mundo que no le pertenece. Es allí donde se reúne en tertulias con el caminante. Aquel espejo de él.
Charlas sin palabras toman colores inusuales, alimentan el espíritu y motivan el crecimiento mutuo en ellos. Se acercan amigos como uno, o como el otro, o como ninguno… el principal motor, el amor por la vida, el conocimiento, el hacer, el crear. Intensos como ellos mismos desbordan mares, derrumban cimientos culturales allanando así, el camino al alma.
Es sencillo el trato, compleja la relación, amor y desencuentro en el encuentro, pero de algo están seguros, son un fiel reflejo del ser, del ser de ser.
Una luz los abriga y reconforta, desaparecen ensimismo y aparecen en el cosmos. Se abstraen del qué dirán y deliran cantos blancos. Que personajes de fábula para el ojo banal, no así para el espiritual.