viernes, 6 de enero de 2017

Evolución.

Rey Lennot, camina, trota, respira hondo, corre y corre. No para. Como al viento nada lo para.
Es ese sentimiento de ver, estar y ser. Todo encastra a la perfección, pero no es él quien lo maneja, es espectador ante tanta luz. Luz  que invita y lo hace parte, a ser UNO. Todo lo que la luz toca, despierta. Pues él jamás vio tanto, sintió tanto, respiro tanto.
Esa presencia en él lo define, lo guía y enseña, lo levanta y lo desploma. Lo activa.

Pequeño entre tanta inmensidad, "humildad estimado, humildad". Ser ese niño que siempre es, no fue, ni será, ES. 

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